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martes, 23 de junio de 2015

LAS COMPAÑÍAS DE TELÉFONOS, ESAS GRANDES DESCONOCIDAS...


                                                       

 
¿Quién demonios hace la selección de personal para
la atención al cliente de las compañías de teléfono?
 
               Esa es la primera cuestión que me planteo cada vez que tengo que llamar al dichoso 1004...
 

El caso es que llevo 8 meses (ni el parto la burra) para solucionar un tema de traslado de una línea a otro número con los consecuentes pagos de más, reclamaciones, devoluciones, facturas engordadas, importes extras, permanencias y un largo sinfín de etcéteras  sin lograr cerrar el asunto de una vez.
 
Llamas:
- Buenos días señora, ¿En qué puedo ayudarla? ¿Me facilita su nombre para dirigirme a usted? (siempre responden educadísimos).
 

Le explicas todo el rollo, por enésima vez, que más valdría tener una grabación y enchufársela cada vez que te preguntan...
 
Y cuando acabas de soltarle el problemón que tienes encima, el pastón que te has dejado y la angustia que todo esto te provoca, te dicen  : - ¿ Quiere poner usted una reclamación?
 

Ahí, después de más de veinte minutos intentando exponer tu problema lo más civilizadamente, una empieza a perder la paciencia... - Lo que quiero es acabar con este asunto y seguir con mi vida!!!!
 
Entonces, por un segundo, piensas " la pobre chica no tiene culpa de trabajar para una compañía que es un desastre total" y te disculpas. Tramitas la reclamación con la esperanza de que esa sea la forma de acabar con todo y cuando ya te han dado la referencia y, supuestamente, toda la información, la amable señorita o caballero te suelta:

- ¿Me permitirá que le haga una oferta? Tenemos una promoción que si contrata el serv....
 
(Al otro lado del teléfono, tu,) con cara de póker, empiezas a notar como te palpita la sangre en la cabeza, el corazón se te acelera y una ira incontrolable te sube por la garganta.... ¿QUÉEEEEEEEE? ¿Pero qué me estás contandooooo? ¿Es usted consciente de mi enfado? ¿Ha oído algo de lo que le he dicho hasta ahora?
 
Irremediablemente empiezas a dudar del coeficiente intelectual de tu interlocutor e incluso de si has hablado con un ser humano o una máquina... ¿Pero de donde sacan a esa gente por dios?
 
Y ¿Cuál es la solución? Hoy por hoy, más de 200 días después solo se me ocurren dos opciones, una seguir adelante con esto y acabar encerrada en un loquero con camisa de fuerza y todo ...
o la otra, que es pagar lo que me piden, enterrar mis teléfonos en un agujero y aprender a comunicarme con señales de humo.
 
 
 

domingo, 14 de junio de 2015

VERONICA

 
Había oído hablar de ella, me habían contado cómo sin nada, llegó a tener tanto, pero en cuanto la vi, lo entendí todo...

Una mujer joven, emprendedora que tras acabar la carrera de empresariales en su Brasil natal, decide hacer la maleta, invertir todos sus ahorros en un viaje hasta la otra punta del mundo, con no más que unos pocos euros en el bolsillo para hacer un master en Europa y crecer.
 
Llegué al lugar de la cita y su mirada enseguida se cruzó con la mía con la intriga de quién descubre por primera vez la apariencia física de unos nombres. Tras las pertinentes presentaciones por parte de los compañeros en común, ella mantenía la sonrisa y su ojos permanecían fijos en mí, atentos, escuchando con atención cada una de mis palabras. 
 
Lo primero que llamó mi atención fue la energía positiva que desprendía aquella mujer, casi podía sentirse, tocarse... Lo siguiente, y de una forma igual de intensa, su capacidad de empatizar con cada uno de nosotros. En pocos minutos comprendí cómo había llegado tan alto; era capaz de escuchar pacientemente a cada uno de sus interlocutores, sin interrumpirles ni una sola vez y así captar a la perfección el mensaje de todos. Me fascinó cómo después de cada intervención, tomaba la palabra y conseguía resumir la esencia de cada comentario, de cada preocupación y respondía con total complicidad y comprensión, dejando en todos una agradable sensación de alivio y sobretodo de fuerza e ilusión para seguir adelante con nuestros proyectos.
 
Imagino que esa forma de ser, sencilla, humana y sin muchos más secretos  fueron la clave para pasar de ser una simple dependienta, sin papeles en un país extranjero, de una tienda de golosinas a una triunfadora, líder de equipos.
 
Aquellas pocas horas aprendiendo de ella me han hecho pensar y me he dado cuenta de lo fácil que puede ser todo si prestamos un poco de atención a los demás, si escuchamos a la persona que tenemos delante sin dejar que nuestras propias ideas o incluso prejuicios se interpongan. A pesar de ello, sé que habrá quien, tal vez, no haya captado el mensaje, quien no haya entendido nada, quien no haya sabido leer entre líneas... Qué pena! Quizás este no era su momento de ver más allá que palabrería... No importa.
 
Así me llegó Verónica, como un ejemplo a nivel profesional pero sobretodo a nivel personal y en todos los sentidos, le deseo muchos más triunfos!
 
 
 
 
 
 
 

martes, 9 de junio de 2015

LLUVIA

 

 
Llueve,
lluvia que cae violenta sobre los tejados
golpea con furia un cristal ,
llora agua dulce el cielo
zarandea con fuerza las hojas de los arboles,
se balancea un almendro al ritmo del tiempo.
 
Lluvia fina,
vapor de un aliento en el aire
mecida por el viento,
acaricia suave la cara de una mujer
 camina ausente por la calle 
empapa su pelo,
resbalan gotas por su cuerpo menudo,
moja.
 
Lágrimas de tristeza,
lágrimas de alegría,
se desliza la lluvia
vistiendo los campos de brillo,
tiñendo de negro la tierra
en los pétalos de una flor recuerdos del rocío.
Llueve
y moja la lluvia.